La espera ha sido larga, han sido dos primaveras llenas de problemas que no han dejado organizar uno de los festivales más esperados de Europa, el Primavera Sound que, este año, ha podido finalmente celebrar su 20^ edición, con 12 días de conciertos, eventos y música en toda Barcelona.

El año pasado sólo pudieron organizar una versión híbrida del Primavera Pro (como os habíamos contado aquí) y para la edición de este año la espera se ha hecho más larga no sólo para ver los artistas en concierto, sino también para ver cómo sería esta edición de festival tan largo que significa mucho más que “cualquier festival” para muchísimas personas.

La edición 2022 ha reunido a medio millón de personas que han asistido a los conciertos del Primavera Sound, del Primavera a la Ciutat y han animado las conferencias del Primavera Pro. Personas que habían agotado las entradas en poco más de una semana el año pasado y que han pasado 11 meses y medio haciendo la cuenta atrás para estos 12 días de festival. Después del World Mobile Congress, el Primavera Sound es el evento con más impacto económico en la ciudad, con sus 349 millones de euros. También por esta razón seguramente el festival ha firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para seguir organizando el festival en la ciudad hasta 2027, tal como era antes de la pandemia.

Se tratará de un fin de semana de festival y no dos como este año: por esta razón el festival del año que viene se organizará un fin de semana en el Parc del Fòrum de Barcelona y otro fin de semana en la Ciudad del Rock, en Arganda del Rey (Madrid).

El acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona tranquiliza a todas las personas que habían visto en este traslado del festival a Madrid la voluntad de “mudarse” completamente a la capital debido a la falta de acuerdo con el Ayuntamiento barcelonés.

La pregunta, pero debería de ser otra: se podría sobrevivir a un Primavera Sound de 12 días cada año? Porque lo que ha pasado este año lo ha dejado claro: entre cancelaciones de artistas y problemas de organización, el festival ha puesto en riesgo su increíble reputación, recibiendo en redes una infinidad de comentarios negativos y de quejas.

Las colas para beber el primer día eran insoportables, tanto en los bares como en las únicas tres fuentes de agua en todo el Parc del Forum. Sin hablar del recorrido que se tenía que hacer para llegar a la zona del Primavera Bits: más o menos 3 km para ir de los escenarios principales a la zona cerca de la playa, donde había tres escenarios y muchos bares. Ya desde el segundo día del primer fin de semana la organización ha ido mejorando, poco a poco, volviendo a ser más “el Primavera de siempre” en el segundo fin de semana, cuando por fin parecía haber vuelto a vivir la experiencia Primavera que habíamos dejado en el 2019.

Un capítulo aparte se lo merece el Primavera a la Ciutat: los conciertos que han tenido lugar en salas de música en vivo como Razzmatazz, la Apolo, la Barts y muchas más por toda Barcelona han sido una frustración para la mayoría de las personas a las que habría encantado ver los conciertos y, después de haber esperado más de 3 horas en cola, no han podido ni acceder a la sala.

Otro capítulo aparte para el Primavera Pro, donde las conferencias han sido super interesantes, como cada año, con debates sobre temáticas urgentes y de actualidad para la industria musical internacional: de las profesiones un nuevo significado en la industria a las licencias digitales pasando por la entrega de los premios Primavera 2022 y el ciclo de feminismo interseccional Insumisas. Un Primavera Pro finalmente de nuevo en vivo, pero mucho más caótico que las otras ediciones con problemas logísticos y de organización de las agendas, tanto de los asistentes como de los ponentes.

Después de dos años de parón obviamente las personas necesitábamos un poco más de tiempo para acostumbrarnos de nuevo a estar en medio de tanta gente, pero también los organizadores no habían previsto tanta gente desde el primer jueves. Estamos hablando de unas 66.000 personas el primer día, para mantenerse en una media de 80.000 durante los otros días de los dos fines de semana: 200.000 asistentes totales en el primer fin de semana y 240.000 durante el segundo, con personas que han venido a Barcelona de 139 países.

Otra de las quejas que se han hecho (en redes como en la vida real) ha sido en contra de la nueva disposición de los escenarios, especialmente de los dos main stage: no ha sido fácil salir de los conciertos más llamativos y, sobre todo, no se puede imaginar cómo hayan podido ponerlos así sobre todo pensando en la seguridad. No obstante, todo lo que se ha dicho y escrito sobre esta nueva disposición, Gabi Ruiz, uno de los codirectores del festival, durante la rueda de prensa final ha declarado que la distribución en paralelo de los dos escenarios principales “ha sido un acierto.

Sea como sea, el Primavera no cesa de ser el Primavera y la cuenta atrás para la edición del 2023 ya ha empezado, esperando descubrir como irá la edición en que, por primera vez, el festival llegará a la capital.