Víctor Cabezuelo (Rufus T. Firefly) está detrás de la producción del nuevo trabajo de la banda barcelonesa.

No solo el camino se hace al andar, también el estilo musical. Eso es lo que le ha pasado a Barbott con Projections (La Cupula Music Records. 2019), un  álbum que consuma la existencia de todo el trabajo anterior. Como si estuviera escrito en alguna parte  que sus primeros EP’s—Margarita (2013) y Games for two (2014)—su primer álbum Curves (La Cupula Music Records. 2016) o el single The Times  (que les hizo un hueco importante en el ecosistema español y les introdujo en el mercado internacional con su edición en Japón) debían ocurrir. En definitiva, una serie de afortunadas dichas que les ha llevado a ir directos a la diana con una precisión que haría llorar a Guillermo Tell.

Projections se estrenó el 8 de marzo y lo produce Víctor Cabezuelo (Rufus T. Firefly). Mantiene la esencia de Barbott: riffs envolventes, ritmos adictivos y la voz de Guillem Sala, que atrapa y captura al oyente, haciéndole incapaz de cambiar de canción. Hace un mes la banda presentaba un doble adelanto con su primer tema en castellano, Find Us, acompañado de un videoclip conceptual, obra de Miquel Donat. Para el grupo, las letras de Find Us  "son un intento de recrear un patrón lírico común en la música producida por hombres occidentales de clase media. En otras palabras, tratamos de hablar de revolución, amor y muerte de una manera incomprensible".

Barbott según Víctor Cabezuelo

El admirado músico y productor ha aportado la experiencia y creatividad necesarias para que las ideas de Barbott brillen con luz propia y tengan un sonido pulido y profesional. Vio el potencial del grupo desde el minuto cero y reconoce que tuvo que disimular la emoción cuando contactaron con él: “producir un disco es un proceso muy delicado y emocionante, pero además, si tienes la suerte de poder trabajar con grandes canciones como es el caso, también es tremendamente agradecido”.

barbott

 

La grabación en ArcticWave fue rodada: “desde que Josep dio los primeros golpes a la batería supe que sería una grabación muy especial, por supuesto, para bien. Las canciones empezaron a cobrar vida propia según avanzábamos, sobre todo por la interpretación de cada uno de ellos. Fuimos a contrarreloj pero con la seguridad constante de que íbamos en la dirección correcta. Apenas tuvimos tiempo para hacer una escucha final de todo lo grabado pero cuando lo llevé a mi casa y abrí los proyectos, todo se asentó y cobró sentido.

"Deseo que todas las canciones sean tocadas y escuchadas hasta la saciedad"

Estoy muy orgulloso del resultado final, de todo el trabajo que hemos hecho y de haberlo podido hacer con todas estas personas tan valiosas. Ahora me toca creer en la justicia poética y desear que todas estas canciones sean tocadas y escuchadas hasta la saciedad, en todas las partes del mundo. Eso me haría realmente feliz”.

Se despidieron con la agradable sensación del trabajo bien hecho: “Mi última noche en Barcelona salimos a celebrar el fin de la grabación y al despedirnos les dije: “Gràcies amics, sento aquestes cançons com si fossin les meves cançons

Lo sigo pensando”.

Atrás queda la calurosa tarde de verano en la que Guillem, Martí, Albert, Marc y Josep formaron Barbott en un bar de la Gran Vía de Barcelona. Ahora, solo queda darle al play y dejarse llevar.